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CONCLUSIONES

En base a los resultados de la investigación realizada, concluimos que un proyecto como CSAM podría ser autosuficiente y, por tanto, viable económicamente. Esta afirmación la extraemos al comprobar, basándonos en las estimaciones, cómo los costes de inversión iniciales se ven recuperados a lo largo de 10 años de funcionamiento ininterrumpido. El margen de beneficio es estrecho, pero incluso así, saber que no causa pérdidas, supone un aliciente para la inversión.

 

Consideramos también posible la idea de trasladar CSAM a otros espacios protegidos o zonas de acceso restringido a embarcaciones a motor, debido al carácter no agresivo de sus actividades con el entorno, que no resultaría en una alteración de ningún tipo para dichos ambientes.

 

Últimamente también hemos observado cómo instituciones públicas relacionadas con el sector medioambiental han respaldado la recuperación de múltiples balnearios en torno al Mar Menor (67), que antiguamente fueron sumamente abundantes (68). La construcción de proyectos como este no solo facilitan el baño y reducen el aforo de las playas, sino que, de igual manera, se ha comprobado que sirven como refugio para caballitos de mar, moluscos y otras especies (69). De esta forma, en caso de llevarse a la realidad, el proyecto CSAM se vería apoyado y favorecido por una coyuntura institucional, consciente de los beneficios que suponen construcciones de esta índole.

 

Aunque la cantidad estimada para una inversión inicial supera el medio millón de euros, superando el coste medio de construcciones de esta índole, hace pensar que existen desviaciones en los cálculos. Sin embargo, si se presta atención a las tablas, se observa cómo prácticamente un 50% del importe corresponde a las motos acuáticas y su mantenimiento.

 

La innovación que aportan estas máquinas provoca un encarecimiento en su venta al público, necesaria para amortizar la inversión en I+D+i y al mismo tiempo obtener beneficios. Cada moto eléctrica adquirida de Narke tiene un valor de 44.500,00 €, mientras que una moto de prestaciones similares (70) solamente cuesta entre 12.000 y 13.000 €. Por esto, con el planteamiento de adquirir hasta cinco motos, el precio total aumenta considerablemente. Sin embargo, atendiendo a balnearios con infraestructuras y dimensiones semejantes, nos damos cuenta de que la estimación parcial no va desencaminada con la realidad.

 

En resumen, una vez llegados a este punto, nos damos cuenta de que hemos conseguido lo que en su día nos propusimos. Plantear un espacio que a primera vista se podría calificar de idealista, pero que con datos, investigación y perseverancia hemos demostrado que es viable, realista y positivo. Esta es nuestra apuesta para ayudar al Mar Menor. Este es el proyecto CSAM.

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